El chirrido de las llantas le era insoportable. Hoy, más que nunca el sonido penetra hasta lo más profundo del oído, llega al tímpano; el cerumen no detiene aquel sonido. Le duele la cabeza, está “que le revienta”. Nadie le ofrece medicinas o un vaso con agua. Todos están sentados y sin hacer ruido después de las indicaciones de la azafata.
Rostros grises, agrietados por el sol, arrugados por el tiempo y el esfuerzo. El halo de su alma se une al chirrido de las llantas del avión.
La muerte es siempre sobre los vivos. Sí, la muerte tiene poco que ver con aquel que se despide de la vida y mucho sobre nosotros, los que nos quedamos a lidiar con la ausencia y todo lo que acarrea consigo. Recién he terminado de ver La maldición de Hill House y he recordado esta sentencia, aprendida a la mala, a partir de mis propias pérdidas. La muerte es lo más vivo que hay y esta serie es el ejemplo perfecto de ello.
Carta editorial o de cómo a veces nos perdemos en el miedo
Escribir una revista no es fácil y menos en estos tiempos de modernidad donde todo lo que nace muere al mismo tiempo. Darle tiempo a un proyecto que parece estar condenado a la indiferencia se hace sólo por amor al arte, en mi caso particular, al miedo y al horror. Somos conscientes, ya casi nadie se toma el tiempo de leer, y menos cuando se trata del proyecto de un grupo de inadaptados intentando decodificar la realidad que nos tocó vivir de la mejor forma posible.
Tuvimos que esperar que nuestros propios demonios nos atormentaran para poder crear este número. Estaban ahí, listos para salir a luz, pero nos faltaban entrañas para encararlos. Ese ser que nos acecha en la oscuridad, en nuestras pesadillas, en nuestra mente no siempre es el mismo. Sus múltiples rostros nos confunden y preferimos la zona de confort antes que mirarlos a los ojos. Es fácil tener miedo, pero qué difícil es enfrentarlo.
Había sido su más grande deseo en la vida. Los diplomas de estudio eran como un río inefable, cayendo a millares en sus insípidas manos. Sin embargo comprendió que era un ser seco en este mundo, levantando plegarias al cielo, clamando un poco de inspiración. Los diferentes trucos que habían servido a la prolífica obra de sus múltiples antecesores no le sirvieron, ni para plasmar una válida línea en el papel.
Versipellis, homo ferus, werewolf, loup-garou, hombre lobo. La figura que nosotros conocemos como uno de los clásicos monstruos de horror en la literatura y el cine ha estado presente a lo largo de la historia de la humanidad, adoptando diversos nombres y distintos modos de transfigurarse.
La fantasía es parte de nuestras vidas desde el momento en que nuestra conciencia se mezcla con el mundo de los sueños y, con algunos libros. La mente humana juega siempre a estar en otro sitio que no sea el mundo absurdo en el que solemos caminar.
Aunque para algunos, este mundo al que se suele viajar, contiene tintes oscuros, criaturas ignominiosas y atmósferas que producirían gritos a quienes no gustan de adentrarse en las sombras de otros mundos.
Hoy quiero aprovechar que está todo el hype sobre Devilman Crybaby para hablar un poco de ella y dar mi opinión sobre esta serie. Debo admitir que soy parte de la minoría que no ama Devilman Crybaby.
Como no quiero meterme en líos con nadie diré de una vez que habrá spoilers y todo lo que contenido en el texto es completamente subjetivo, por lo que no debe considerarse como la verdad absoluta.
No recuerdo cómo nací o cómo llegue hasta aquí, sólo recuerdo estar sola en medio de la oscuridad, pero no duró mucho porque conocí una estrella. Antes de que la estrella llegará. Sentía frío, quería llorar, me estaban dando muchas cosquillas dolorosas en la piel, el rosado de mí corto cabello comenzó a teñirse de gruesas líneas blancas y mí garganta fue la primera en quebrarse.
¿Qué obtienes al mezclar anime, jazz, spaggetti western, cine noir y cinco inadaptados sociales todo dentro de una space opera? Genialidad pura, por supuesto y se traduce en dos sencillas palabras: Cowboy Bebop.
Creada por Hajime Yatate y dirigida por Shinichiro Watanabe fue estrenada el 3 de abril de 1998 en la cadena de televisión japonesa TV Tokyo y producida por los estudios Sunrise. Cowboy Bebop ha sido descrita como uno de los animes más exitosos de todos los tiempos, adaptando en su compleja estructura todos los elementos característicos del anime pero sazonándolos con elementos de distintas corrientes occidentales que le permitieron derribar fronteras donde otros animes excelentes, pero con una personalidad más local, no ha podido competir.
Todo comienza en el año 2071, casi 50 años después de que el accidente con la puerta hiperespacial sobre la luna dejó la tierra devastada, en un asteroide pobre y caluroso, lleno de refugiados donde las esperanzas están más allá de la frontera y el futuro se vislumbra con dolorosa claridad en el horizonte, que lleva por nombre “Tijuana” (guiño guiño) donde Spike Spiegel, un hombre sin edad y sin pasado, persigue a un traficante que ha robado la droga conocida como “ojos rojos” a su anterior pandilla, por las calles del cuerpo celeste terraformado en busca de la recompensa ofrecida por atraparlo vivo o muerto.
A partir de aquí la historia nos involucra en la vida de un par de cazarrecompensas, por completo al estilo del viejo oeste americano, donde la extensión del territorio es tan inmensa y la organización del gobierno tan precaria que la ley es incapaz de mantener el orden y ofrece recompensas por la captura o eliminación de criminales más peligrosos del sistema solar.
Zane ajustó la frecuencia de su auricular, pero sin importar lo que hiciera, lo único que escuchaba era estática. Tensó los labios y comenzó a intentar mejorar el alcance de la señal, sus dedos se movieron con rapidez sobre la pantalla de su teclado, pero sin importar cuántos códigos ingresara, cuántas veces potenciara el alcance de la transmisión, lo único que escuchaba era ese vacío molesto.
—¿Sigues sin noticias de Cowan y Nash? — la capitana Sivan apareció a su lado, inclinándose sobre la mesa de control, su cabello púrpura oscilando frente a su cara.