¿Qué tan dañado debes estar para pensar que es romántico mandarle a alguien unas flores con la dedicatoria «no importa dónde te escondas, siempre te voy a encontrar»? Pero, qué es peor ¿»aceptar” el acoso y tener una relación con el acosador o rechazarlo y así incitar al asediador para que continúe con sus conductas agobiantes?
Muchas veces los acosadores disfrutan saber que su víctima les teme y eso los hace querer acechar de manera más persistente a su presa. Como cuenta Morrissey en su canción “The more you ignore me, the closer I get” incluida en el disco Vauxhall and I, en ella canta «I am now, a central part of your mind’s landscape, whether you care or do not, yeah, I’ve made up your mind, the more you ignore me, the closer I get»[2], aquí evidentemente el compositor británico muestra el pensamiento cotidiano del acosador: como me rechazas voy a seguir insistiendo.
Sigue leyendo The more you ignore me, the closer I get [1]